Dos encuentros

PRIMER ENCUENTRO

Era un maestro de ceremonias (payaso amarrado en cruz de azucar solida, cowboy colgado con sombrero soberbio, botas sobre boliadas arruinando pantalones anchos detalladamente polviados de estiércol, pañuelita roja suelta) y le imploré a este maestro que me dijiera cual era la poetica más apropiada de como excomunicar las masas consumidoras de la gran fe piedra-consumidora comezón de babuíno / talco para babuínes marca Monarca Memo, y me dijo “ciegas y ciegos ante las bellas artes calcificadas en sus pueblos natales, sin cables high-speed por el boulevard, con sacos de platanos duros de abuelas nobles esforzandose por horas para una pastita nutritiva pasada de moda, sin muebles chic para una oficinita fracasada, con palas sucias paradas contra la pared (honorable en su ancianidad, permanecedor en su honor, ídolos tan prácticos que nos da por escupir en su dirección (no hay que escupir en su dirección)), entumidos por carnalidades irritantes digitales (diariamente dioses se crean en ese deslumbramiento, hora por hora se suicidan en el fulgor), [diciendomelo, todo esto, el maestro] debe de ver una poetica que pueda contener…babuínes, el ballet, bóvedas de licenciados (sin licencias) encuerados, reparaciones infrastructurales regionales, y pastitas nutritivas (sin tanto esfuerzo)”
QUINTO ENCUENTRO

Era un (soy) puro animal oscuro artificial inspeccionando el hierro del punto de vista cristalina verdad nacional quebrada, asumiendo lo que (quién sabrá por que no se permite (o no se valora) la frase “Fuerzas Desarmadas Abarrotes Doña Maria” en la poeksia meksikana ofiksial (Robotrón sudando ensopado (imagen “very unlikely” (escondida la médula electrónica conductora de tanto mas de lo que tal poeksia permitke transmi-escurriendo pasos democráticos (es decir, arrebatar juguetes de manos débiles, antes de la propia orgía neoliberista (Robotrón y sus compiches pálidos—veanlos (véanse), calculadamente transmi-escurriendo monopolio (como se dice “fiesta en el inestable balcón, pachangón peligrosón” en Robotrón? (“era un” “era un”—ya lo sabemos, transmi-escurrimiento—ga—¿aquí también? (“sueño del dueño” no se ha resuelto en “dueño del sueño” (ga / teando (he colocado la palabra “pompear” en otro instante—no este (ga /  teando (por la superficie del plan arktificial amerizkranalizado (incluye por donde y como (ga / rro / teando (conectar proyecciones maxi-burócratas de los 70’s (“Frente Cultural De Las Fuerzas Desarmadas Abarrotes Doña Maria” debatiendo sus opciones (la vanguardia mucho mas lejos del centro de esta batalla de lo que le habíamos atinado (permitkenme (ga (visitas inesperadas de cabezotas de ranas en guayaberas con lentes submarino verde-negro blup blup

Rodrigo Toscano is a poet and essayist based in New Orleans. He is the author of ten books of poetry, including In Range, Explosion Rocks Springfield, Deck of Deeds, Collapsible Poetics Theater (a National Poetry Series selection), To Leveling Swerve, Platform, Partisans, The Disparities, and most recently The Charm & The Dread (Fence Books, 2021)His poetry appears in numerous anthologies, including Best American Poetry, Best American Experimental Poetry (BAX), Voices Without Borders, Diasporic Avant Gardes, Imagined Theatres, In the Criminal’s Cabinet, and Earth Bound. Toscano received a New York State Fellowship in Poetry and won the Edwin Markham 2019 prize for poetry. Translations of his writing appear in French, Dutch, Italian, German, Portuguese, Norwegian, and Catalan. He works for the Labor Institute in conjunction with the United Steelworkers, the National Institute for Environmental Health Science, Communication Workers of America, National Day Laborers Organizing Network, and northwest tribes (Umatilla, Cayuse, Yakima, Nez Perce) developing educational training projects that involve environmental and labor justice, health & safety culture transformation.